¿Cómo se puede avanzar en la atribución de valor social de los derechos de autor?

Internet supuso un cambio enorme en la sociedad, pero su llegada a nuestras vidas no solo trajo beneficios, sino que también todo lo contrario para otra cara de la moneda.

 Por una parte, cuánta felicidad para las empresas distribuidoras de internet que como gancho para que te dieras de alta en sus servicios de internet y teléfono (pack inseparable) te ofrecían poder conectarte a internet con una alta velocidad y disfrutar de todas las canciones y películas que desearas por un módico precio de unos 100 € al mes aproximadamente, puesto que entre teléfono, internet y algunos extras acaban hinchándote la factura de los primeros 50 € (prometidos para siempre) a los 100 que hemos mencionado antes.

Por otra parte, cuánta infelicidad, para todos esos creadores de arte cuya creación se descarga gratuitamente
con la ayuda de la red, a cualquier hora, a la más baja y a la más alta velocidad de internet. Todo es tan relativo… Cuán cruel es el ser humano para esos insectos que mata sin piedad y cuán indiferencia siente este al matar a esos “insignificantes bichos”; y del mismo modo, cuán indiferentes podrían ser otros seres que vieran a los humanos como nosotros vemos a las hormigas.Y es ahí cuando entra el respeto, el respeto hacia todos, hacia el conjunto pero respeto hacia cada elemento que forma todo lo existente. Igual me he ido un poco por las ramas, pero creo que de este modo reflejo muy bien mi opinión. Puedo decir que según la perspectiva desde la cual se miran las cosas puden ser de un modo u otro, pero por encima de todo ello debería estar el equilibrio y la ética.
Pero, sin alejarme del asunto, opino que lo que debería hacerse tan solo es concienciar a las personas mediante la EDUCACIÓN de que detrás de toda obra de arte hay una persona y detrás de la persona hay un gran trabajo.

Por otra parte, habría que luchar contra la estafa de las empresas distribuidoras de internet, no es posible que un ciudadano rumano, por ejemplo, pague unos 100 € al año por una conexión de internet de 100 MB y un español pague 100 € por dos meses, y eso en los mejores casos, por una conexión de 6 o 12 MB. Si pagáramos menos por la conexión de internet seguramente tendríamos más dinero para pagar unos bonos mensuales en SPOTIFY u otra plataforma, o comprar muchos más libros.

Se debería concienciar a las personas mediante la educación y luchar para que haya unos precios razonables puesto que por mucha conciencia que tengan las personas sobre cualquier derecho de autor o propiedad intelectual, si tienen hambre... será lo primero que paguen antes de pagar por música o libros, arte en general.

Considero que hay unas palabras clave para la resolución del conflicto y esas palabras son EQUILIBRIO, EDUCACIÓN, RESPETO. Educación de y para todos, respeto entre todos y equilibro entre el sistema que proporciona los servicios y las personas que los utilizan. Y llegamos aquí a otro punto muy interesante del que resulta que el conocimiento y la cultura también se consumen; el conocimiento debería ser libre para todo ser humano pero entro en un tema conflictivo que se aleja bastante del tema del artículo e igual también me acerco al concepto de utopía, por lo que lo dejaré para otro artículo.

 Para concluir, me gustaría decir que lo que nos hace falta a todos nosotros como seres humanos, querido lector, antes de hablar de cómo podemos avanzar en la atribución del valor social de los derechos de autor, son valores, valores como el respeto, la tolerancia, la empatía etc. No haría falta crear tantas leyes si los humanos respetáramos unos simples y a la vez profundos conceptos, o diciéndolo de una manera más simple, si tan solo nos respetáramos los unos a los otros.

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